lunes, 25 de febrero de 2008

Quedarse Solo

Quedarse Solo

UNRWA

Bourj El- Barajneh, Febrero 2007

Provengo de Kapri, a las afueras de Acre
Estaba atestado de frutas y verduras

Cada valle y montaña
Estaba lleno de uvas, olivos, higos…

Huimos y dejamos todo esto atrás
Que podemos hacer?

Fatima Badawi lamenta su gran pérdida, la pérdida de su tierra le parte el corazón. Enviudó el mismo año,1948, que huyó de Palestina con sus dos hijas. Por entonces, una tenía tan sólo 15 días y otra un año y medio. Líbano ha sido desde entonces su refugio. Ella y otros con edades comprendidas entre los 60 y los 90 años son la última generación de refugiados de Palestina que pueden contar su historia desde el principio.

Muchos de estos ancianos refugiados de Palestina que viven en el campo de Bourj al- Barajen hace tiempo que perdieron a sus cónyuges e hijos, o los familiares que les quedan son demasiado pobres para mantenerlos. Deprimidos, se habían acostumbrado a sentarse sin nada que hacer en sus habitaciones húmedas y oscuras hasta que el "Center for Active Ageing" (Centro para el Envejecimiento Activo) fue inaugurado en el campo en abril de 2006.

El "Center for Active Aging" – el primero de su clase en los 12 campos de refugiados palestinos en Líbano- sirve como un cobijo donde estos ancianos se han convertido en amigos. Abierto diariamente de 8 de la mañana a 3 de la tarde, 30 ancianos disfrutan de sus ventajas. 15 de ellos acuden al centro mientras que el resto, demasiado frágiles para moverse, reciben comida caliente en su domicilio. Los que van, disfrutan de la compañía de los demás en los dos comedores, la cocina, la sala con TV y la terraza del Centro.

La idea de crear este centro fue de los responsables del centro social para mujeres de Bourj al- Barajen que se dieron cuenta, durante los iftars (comida con la que se rompe a diario el ayuno del Ramadan) que organizaban para los ancianos, que muchos de ellos necesitaban a diario comida caliente a domicilio.

Aun así, la oficial del programa de mujeres de UNRWA, Hala Daifallah, explica que el gran objetivo del centro es "sacar a los ancianos de su soledad". Como muchos de los que frecuentan el centro no tienen ya familia, están encantados de encontrar compañía a diario aquí.

"Gracias a Dios, cuando comencé a venir aquí, empecé a encontrarme más a gusto" comenta uno de los ancianos que visita regularmente el centro. ‘Todos tenemos preocupaciones y problemas en casa, pero los dejamos allí y venimos aquí para hablar y divertirnos" señala otro.

"Nos sentamos y escuchamos las historias de su infancia en Palestina- lo cual es un privilegio" dice Daifallah.

El centro también organiza actividades para los ancianos, incluidas salidas como excursiones a un río cercano o un picnic. Además, se ofrecen sesiones de concienciación, en coordinación con ONGs locales, en aspectos tales como relaciones con los ancianos, cómo tomar los medicamentos apropiadamente y cómo mantenerse sociable.

El Centro para ancianos refugiados de Palestina cuenta con el apoyo de sponsors y donantes.

Daifallah apunta que "el programa puede mantenerse con sus actuales recursos hasta abril de 2007, pero no hay por que preocuparse ya que muchos ONGs , el Gremio de Mujeres de Naciones Unidas en el Líbano (UNWGL) y personas individuales están constantemente donando fondos al centro ya que el funcionamiento del programa les ha impresionado" El centro además se beneficia de donaciones en alimentos de familias palestinas y libanesas con buenos recursos económicos.

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